En el camino del crecimiento personal y emocional, hay un factor clave que muchas veces subestimamos: la fuerza del grupo. En nuestra Escuela, creemos que la salud —física, emocional y energética— no es solo una experiencia individual, sino también una experiencia colectiva. En nuestras mentorías, trabajamos intensamente con el poder del grupo como motor de transformación, contención y evolución.
La mirada que transforma
La conducta humana no se desarrolla en el vacío. Estamos moldeados por el entorno, sí, pero también por las expectativas y percepciones de los demás. Cuando alguien cree sinceramente en nosotros, nos sentimos más capaces. Esto no es solo intuición: la psicología lo ha estudiado durante décadas bajo el nombre de efecto Pigmalión o efecto Rosenthal.
El efecto Pigmalión demuestra que las expectativas positivas que los demás tienen sobre nosotros pueden convertirse en profecías autocumplidas. Si el entorno nos mira con confianza, empezamos a vernos con nuevos ojos, a actuar desde esa confianza, y a transformar nuestra vida desde dentro.
Grupos que sostienen, potencian y sanan
En los espacios grupales que promovemos desde la Escuela, este fenómeno se multiplica. La energía compartida, el acompañamiento emocional, el reflejo que nos ofrecen otras personas que están en su propio proceso, todo eso amplifica nuestros logros y nos ayuda a sostenernos en los momentos difíciles.
Cada integrante del grupo se convierte en una especie de espejo amable que te recuerda quién eres, incluso cuando tú lo has olvidado. En nuestras mentorías, no se trata solo de aprender herramientas o entender conceptos: se trata de vivirse en relación con otros que también han elegido crecer, sanar y transformarse.
👉 Por eso en nuestras mentorías fomentamos profundamente el trabajo grupal. Porque sabemos que el grupo no solo sostiene, sino que también acelera los procesos de transformación. Creamos espacios seguros donde compartir, practicar, emocionarse y sentirse acompañado se convierte en parte esencial del camino. Lo grupal es una medicina poderosa y transformadora.
Romper patrones de desvalorización
Muchas personas cargan con historias de desvalorización, de no sentirse vistas o suficientemente buenas. Cuando llegan a un grupo donde se las valora, se las escucha y se cree en ellas, comienzan a reprogramar esas creencias profundas. El cambio no es solo interno: es también relacional. Es un nuevo modo de estar en el mundo.
Por eso en las formaciones de la Escuela, especialmente en nuestras mentorías, el grupo no es un añadido: es una herramienta terapéutica en sí misma. Un espacio sagrado donde se permite el error, se celebra el avance y se aprende a confiar en una misma y en los demás.
En resumen:
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El grupo actúa como catalizador del cambio.
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El efecto Pigmalión es una herramienta natural que ocurre cuando se cree en el potencial de la otra persona.
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La pertenencia y el reflejo grupal favorecen el crecimiento personal y emocional.
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En nuestra Escuela, trabajamos la salud desde una visión integral y relacional.
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Las mentorías son uno de los espacios donde esta magia sucede semana a semana. Si quieres más información envíame un e-mail a: