Hay experiencias que no se pueden explicar con palabras. Solo se sienten. Se viven. Se respiran con cada célula del cuerpo. Los eventos presenciales son eso: un espacio sagrado donde lo que parecía solo “teoría” se convierte en verdad encarnada. Donde lo aprendido se integra. Donde el corazón entiende lo que la mente aún no logra razonar.

En la Escuela trabajamos muchísimo la formación online, sí. Pero hay momentos en los que el alma pide más: pide presencia, compañía, energía compartida, miradas que sostienen y abrazos que liberan. Por eso, los eventos presenciales ocupan un lugar tan importante en nuestro camino. Son catalizadores de transformación profunda.

Y entre todos ellos, hay uno que es especial: “La Liberación del Yo”, nuestro gran evento del año, que celebramos cada octubre. Un retiro diseñado para ayudarte a soltar lo que ya no eres, lo que pesa, lo que limita… y abrirte al ser que estás llamado a encarnar.

Es un encuentro de alma con alma. Un fin de semana potente, delicado y brutal a la vez, donde cada dinámica, cada silencio y cada compartir tienen un sentido profundo. Aquí, no venimos a “hacer cosas”. Venimos a ser, a sentir, a llorar lo que no se lloró, a celebrar lo que sí, y a dar el salto hacia una versión más libre, más valiente, más verdadera de uno mismo.

Si sientes el llamado, no lo ignores. Este tipo de vivencias no se repiten. Se ofrecen cuando el alma está lista para liberar capas viejas y reconocerse de verdad.

Porque hay un antes y un después de La Liberación del Yo.
Y si vienes, lo vas a entender con cada fibra de tu ser.

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